En la fachada del Bar El Penicilino, en la plaza de la Libertad de Valladolid, hay una pizarra donde los dueños cooperativistas de esta bar con solera, anuncian las actuaciones, exposiciones y otros saraos que continuamente organizan.
Pero también escriben poemas, como esta "Fe", de Ana Párez Cañamares, que cuelga allí desde hace varios días.
FeHay días en que lo cierrotodo: corazón, puerta, bocaalma bajo siete llaves.
Otros, a propósito dejoel bolso abiertola palabra en la piellas tripas al airesólo para llegar a casay observar con alegríaque no me falta nadaque me defiende la feeficiente como un arma.
Ana Pérez CañamaresAlfabeto de cicatricesBaile del sol, 2010
Y así uno OBSERVA CON ALEGRÍA, como Ana en su poema, y lee este poema desde la arbolada terraza de este bar.
Y observando y observando vamos confirmando la sospecha que desde hace tiempo nos rondaba: que hay en esta ciudad de aristas públicas tan desagradables e hiperpublicitadas, unas corrientes subterráneas de acción poética muy creativas anónimas, contundentes, fuera del sistema y gratas, sobre todo muy gratas.
¡Que no pare la bola!
!Ey, mola!
ResponderEliminarGracias a los activistas y la mensajera!
me gusta.
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