TALIDOMIDA
A mi extraña manera, soy una forma exacta:resulto inconfundible.La versión mejorada del común de los hombres,cansados de agitar sus manos en el airecomo necios seudópodos: la horribleherida de sus ojos simétricos.Su integridad de miembros es obscena.
No soy un monstruo: yo no tengo de eso.Me aplaudiría si supiese cómo.
Singular, sin amigos,no doy conversación, discuto pocas veces.Del mundo tengo cuanto pudiera desear: una ventana.Así es más comprensible: cada díasucede a otro y punto.
¿Me deben algo? Puede.Incluso para mí debe haber un motivoque me explique. Mejor no hacer preguntas. Lo peores que me sobra tiempo para pensar, pensar.Tras mi cáscara insólita crecen flores muy raras.
Los espejos me quieren.Yo floto en su luz blanca como en un lecho amniótico.Sólo quiero morir.
Mi vida es como un fin de semana perdido.
...
WAKEFIELD
¿Estás ahí? La casa te ha expulsadode nosotros, igual que un estornudo.Si cruzara la puerta ¿dónde te encontraría?A lo mejor estás en el jardín,sonando como el agua. Si cerrara los ojos¿sabré escuchar lo que no ven los ojos?El roce del vestido, el corazón latiendo,la intemperie.
Estás pero no estás.Eres la parte más densa del aire cuando se hace de nochey muevo en ti los brazos para no dar contigo,cáscara de la casa.Las ventanasno conocen tu busto, y llueve, llueve.
La soledad es eso:el hilo de la araña que va estrechando el mundo.La puerta está cerrada como un féretroy la luz encendida.
NOVA
De pronto ha anochecido sobre el mundo y tú estarás sola,
preguntándote a dónde se han ido todos.
Parece que ha pasado un instante, o tal vez medio año. La casa
estaba llena de gente que charlaba y en medio estabas tú,
cegadora e intensa: una nova.
Ahora te recuerdo como si dieras vueltas y más vueltas, faro de
cualquier barco. Ocupabas el centro mismo del universo.
O quizá no. Es tan sólo la música y ese estar tú y yo juntos del
modo que sabemos. Te dije que el amor sería para siempre.
Te mentí.
Pero entonces llenabas todas las copas, lo mismo que llenabas el
mundo con tu risa. Me rozabas el hombro levemente al
pasar: no podría ignorarte aunque quisiera.
¿Dónde están todos esos invitados? Si coges el teléfono ¿cuántos
contestarían?
Tu soledad es un gran agujero negro. El mundo gira y tú no estás
en él. Piensa en todos los días que han sido sobre el mundo y
en sus noches de espanto.
Y ojalá hubieras sido capaz de detener el transcurso del tiempo,
retenernos a todos en un sueño de eones, mientras seguías tú
llenando copas, sonriendo y brillando de luz blanca. Pero esta
noche a solas ya estaba escrita. Pequeña nova. Niña. Faro de
nadie.
Que el dolor nos redima a todos juntos, en esta soledad que
ninguno podemos compartir. Y que no sufras. Que tengas
buenos sueños.
Acuéstate y olvida.
Yo también
JOSÉ LUIS PIQUERO"El fin de semana perdido"DVD, 2009
Gracias mil. Saludos cordiales.
ResponderEliminarGracias a ti por tu poesía. Se comenta que algún ArañadoSigno ha hecho algo a partir de un poema tuyo.
ResponderEliminarMuy honrado... ¿Se puede ver?
ResponderEliminarSí, claro. Cuando sea Versátil.es veréis lo que hay.
ResponderEliminar