15 de abril de 2010

TEXTO DE LOS NAVEGANTES DEL PALOMAR: continuación


(Y continuando…)


2.6.
“La comedia clásica es la antítesis de la tragedia.” Prosigue Schwanitz. “Si el tema de la tragedia es la muerte, el de la comedia es el amor. El héroe cómico comienza donde acaba el héroe trágico: en el aislamiento, pues la sociedad, representada por el padre de la amada, no le permite casarse con ella. Pero gracias a su encanto, a su atractivo y a su juventud, que representan la vida, el héroe va poniendo a muchos de su parte, hasta que consigue reunir en torno a su persona casi otra sociedad. Ésta somete al padre de la joven a una terapia cómica de intrigas y engaños, hasta que logra que entregue a su hija. Posteriormente, en la boda de la pareja la sociedad dividida celebra la reconciliación consigo misma, incluyendo también al viejo adversario.” El héroe cómico, en este caso, es el artista sin papeles, el artista va-nu-pieds, descamisado, artedescaminado para el gusto regio, determinante e inapelable del padre, del pater, del pater ciere, del patrocinador/dragón que vigila a la doncel/arte.

3.1.
Sucede a veces que el héroe cómico, artedescamisado, pasea por el perímetro de los deslumbrantes no-lugares donde el Patrocinador /dragón que vigila a la doncel/arte ha días dio una fiesta solemne, o sea, expuso con postín y ringo rango Arte Actual con golosos souvenirs. Tras la verja que protege algún patio del académico no-lugar, del museo del artesperlo, innúmeros contenedores rebosan de expositores descoyuntados, maderas hechas trizas, gruesos cristales, moqueta, fieltro, luces: El despilfarro, con bendición burocrática, desde luego, muestra los decorados de película, el montaje que ni el rey de Lidia se permitiera.

3.2.
El artista Va-nu-pieds, o lo que sea, conoce que hay otro artista Va-chaud-pieds, camisado, protegido de Creso. ¡Allá se las componga el Emergido o Emergente una vez que se ha acostumbrado a esos vanos espacios de concesionario de auto-estima monovolumen! ¡Allá él lidiando con el dragón Pater-ciere! Vanupieds puede exponer en el sombrero de Robert Filliou y bajo su paraguas; Vachaudpieds donde también venden berlinas.

3.3.
Nosotros somos modestos, vamos, pobres. Por elección. Pero tenemos un amigo rico. Nuestro amigo rico y doctor dice que a quienes dicen que no les gusta el dinero, lo que en realidad les ocurre es que no saben hacerlo. Nosotros somos artistas, o lo que sea, va-nu-pieds, pero tenemos amigos artistas va chaud pies. Nuestros amigos va-chaud pies dicen que quienes dicen que no les gustan ni los patrocinadores, ni los concesionarios ni los comisarios es porque, faltándole calidad a su obra, no saben convencerlos, ni obtenerlos, ni gozarlos. Allá ellos con su berlina de Holliwood. Nosotros preferimos una bicicleta de lance y que, a ser preferible, hubiera rodado en el redondel de un circo.

4.1.
A finales de noviembre de 2003, y habiendo pagado un par de entradas que para nosotros suponían un esfuerzo, recorríamos en el Guggenheim de Bilbao la exposición de Jean Dubuffet. Nos detuvimos un buen espacio contemplando filmaciones en las que se veía a Dubuffet con gabardina posiblemente, escalando un emocionante montón de escorias y recogiendo trozos de esa sucia felicidad desechada, que se iba guardando en los bolsillos dados de sí hasta lo imposible. Apenas salir  nosotros del ensalmo de esas imágenes, fuimos, con una primitivísima web-cam en forma de rotulador textliner y poco mayor que él, a coger de su montón de obras un humilde pellizco digital para guardarlo en el bolsillo de la cámara, donde apenas cabían 26 mánfanos. “¡Vade retro Satana!” Salida de la costilla del patrocinador sin duda, una azafata nos precintó, tras introducirlo en una bolsa de plástico transparente y diseño, el minúsculo e infernal artilugio; y nos endemoniaba y amonestaba porque había observado que nos acercábamos excesivamente a las obras. Quizás entendió que tras el burocrático precinto nuestro humor iba a ser sulfúreo.

4.2.
¡Vade retro Satanasarte!, decimos nosotros contra esos falsos espacios de arte que, entre otras estrategias del demonio enseñan el valor de las obras por lo que te alejan de ellas. Perdónalos, querido, entrañable Jean de entre los locos, porque ellos sí saben lo que hacen.

4.3.
Saben, por ejemplo, que es mil veces más bella una reunión de comisarios y patrocinadores alrededor de una mesa encerada sobre suelo de tarima flotante, con sus botellitas de agua mineral, sus carpetas exactas y sus bolígrafos de souvenir que un inesperado y desvalido dibujo que surge en una servilleta de “La Curva”, por ejemplo, un bareto de Valladolid de arte Va-nu-pieds, descamisado o lo que sea (y si lo citamos al paso es porque allí nunca nos precintarían nada aunque sacáramos en digital toda la obrita delicada de Bulgarcita Pingos).

4.4.
Por todo esto nos costaba tanto escribir estas líneas, cuyo envío, en fin, hemos dilatado hasta el extremo último de los días previstos. Anfitrión, el dichoso rey de Tebas, espléndido por sus banquetes, nos ha invitado a su mesa; pero nosotros preferimos sentarnos a la mesa paticoja de Alfred Jarry, en esa habitación adolescente donde representaban en camandita juvenil Ubú, y se desternillaban de risa.

4.5.
Si estos párrafos fuesen de una comedia clásica, el héroe cómico, para el caso, el artista sin papeles, el artista va-nu-pieds, descamisado, artedescaminado vencería al padre, al pater, al pater ciere, al patrocinador/dragón y se casaría con la doncel/arte… Aunque quizás el héroe cómico artedescamisado no quiere saber nada de espacios de embeleso y embeleco.

5.
¿O el MUSAC León sí es otra cosa?

(…Continuó.)

LOS NAVEGANTES DEL PALOMAR

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿cómo lo ves?