Mis queridos arañados:
Tras esta larga calma, se precipita la tempestad.
Se abate sobre nosotros la madre y la niña de todas las tormentas, trayendo retales de naranjas muy epidermicas, estaciones, biscuits metafísicos, noches en las que nada se ve, postpoesía, metapoesía, recontrapoesía, antepoesía, antipoestía, recontrastopía, y mil y un fanzines todos muy fanzinerosos, como dijo aquel.
hablar de MI LIBRO.
yEAH!
Y además, tenemos hermeneuta
Que me dice una arañada que "a ver si empezamos a empacharnos, perdón, empaparnos de poem/tas".
ResponderEliminar