12 de febrero de 2011

Sobre unas ruinas encontradas: Pablo López Carballo

La herida te acompaña
no puedes separarla de ti
si la obvias sangra. Es principio
y fin. 
No todas son la misma,
se pueden parecer, no hay dos iguales.
De ser así todo sería simbólico.
Yo te hablo de ésta, no es por ser egoísta,
he de elegir una: ahora.
Puedo modificarla, cubrirla, suplantarla
pero siempre será lo mismo, la herida,
principio y fin de todo.
Si la obvias:
sangra.



VACÍO

Ninguna frase que decir, colocamos
arena y piedra sobre el sillón los vasos
al suelo, alguna idea, ninguna idea
pero hemos derribado las estatuas
no está mal para ser hoy. Te dejo
aquí en este verso. La estética 
del abandono es raíz en sustantivo.
Detrás de las montañas está la frase
algo tendré que hacer decir. No me quedo
con nada, tan solo con la estatua
que había que ya no hay.
Cambiarlo de lugar





LOS PANORAMAS YA NO SON LO QUE SOLÍAN
Imponer unos límites conlleva
cierta inestabilidad emocional
por no hablar de razones estéticas.
La reproducción de cualquier sistema
conduce a la vacuidad conocida.
Contemplamos antes y lo volvemos a hacer
del mismo modo: diferente. Déjame a mí 
ahora lo que corresponde.
El plástico las plantas los panoramas ya no...
Termina por ser esperable, no todo
es chatarra, puede parecer
lo que no es. Añade sal.

Pablo López Carballo
(Cacabelos, 1983)
Sobre unas ruinas encontradas
La Garúa, 2010

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