9 de febrero de 2011

Nada sé de poesía -- Vanesa Pérez-Sauquillo


escucho los ladridos, distintamente
pero nada sé de ese perro que arde
ni del dibujo de su huella por la tierra abrasada.


Reconozco a los que lo han mirado
frente a frente. Escucho sus historias. 
He pasado varias veces la mano
ante sus ojos blancos desde entonces
y he sentido una llama calentarme los dedos.


Pero yo solo escucho los ladridos.
Incluso cuando salen de mi boca.


Nada sé de poesía.



...
Epílogo

desde entonces, el día en que descubrí 
el secreto de los vasos canopes
y fui vaso canope para ti,
y carne de gata disparada contra mujeres
con las que tú duermes y yo sueño
(amor, me confieso una rabia
de XIX dinastía. He mascado pelos
yo que fui flor de loto), dirás,
mucho ha llovido desde entonces, 
pájaro de tormenta.
Y sin embargo no hay cobijo interior,
estoy mojada todavía
de aquel tiempo de furia extraordinaria,
de amor imperdonable,
bajo la lluvia equivocada.


 Vanesa Pérez-Sauquillo
Bajo la lluvia equivocada
Hiperión, 2006

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