y comenzaron a aparecer por las paredes, en las puertas, en las columnas, sobre los carteles, en los espejos del ascensor multiplicándose, y multiplicándose y surgiendo más, proliferaron en los lavabos, en las cabinas de los retretes, en el posamanos de la escalera, sobre los bancos, en el bar, en reprografía, en las puertas del edificio,
como mariposas de colores, allí posadas sin que se supiera por qué.
Escritos con letra clara, versos y versos y más versos, con el nombre del autor firmando...
invasión de poesía en la facultad
Me dijo: los que me gustan, los cojo para escribirlos en una libreta,
y después los vuelvo a dejar donde los encontré.
Si una vuela y cae al suelo lo recojo y lo pego en su sitio.
Me dijo: ¡he leído un poema más bonito...!
y veía a la gente leyendo ensimismada contra la pared,
ante una puerta, inclinada sobre una barandilla
un trozo de poesía aquí, otro allá...
Y el que en su puerta no encontró un poema preguntaba que por qué,
por qué a mí no me han puesto un poema
Cuando salía del edificio un profesor que entraba dió con la explicación: exclamó
HOY ES EL DÍA DE LA POESÍA
Y eso ocurrió el día 2 de marzo por la mañana, antes de empezar versátil.es
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